El problema es que los perros no llegaron porque si a las
calles, son el resultado de la irresponsabilidad social de las personas que,
por años, siguen abandonando y reproduciendo a sus animales.
Desde 1994, la Organización Panamericana de la Salud (OPS)
cambio el titulo de perro callejero a “perro de dueño irresponsable”, ya que la
gran mayoría de estos llegan a la via publica debido a que sus propietarios ya
no los quieren; los tiran o abandonan en las calles y permiten que sigan reproduciéndose
sin control.
El abandono de perros o gatos en situación de calle es un problema que va más allá del maltrato animal, también puede derivar en diversas situaciones que afectan al medio ambiente y a la higiene pública.
Por ejemplo, la salud de las personas
puede verse afectada por las heces fecales. La Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) afirma que en México se generan al día 700,000 kilos de residuos
fecales que están relacionados con más de 100 enfermedades humanas.
Rabia: cada año unas 55.000 personas mueren por rabia humana. El 40% de las personas mordidas por animales presuntamente rabiosos corresponde a menores de 15 años.
Rabia: cada año unas 55.000 personas mueren por rabia humana. El 40% de las personas mordidas por animales presuntamente rabiosos corresponde a menores de 15 años.
Giardiasis: producida por un parásito microscópico, los parásitos son arrojados por los perros en las heces al medio ambiente y de ahí con el polvo y la tierra llegan a las manos de las personas. Los perros desarrollan la infección por la ingestión de la descendencia infecciosa (quistes) que se excretan en las heces de otro animal. En los humanos, algunos síntomas de la giardiasis son diarrea, eructos, gas y retortijones.
Hidatidosis: El contagio en el hombre sucede cuando el perro se lame el ano y existen huevos en el mismo, que mediante la lengua disemina por todo su cuerpo, el hombre puede contaminarse las manos al tocar al animal.
El contacto cercano con el animal y las prácticas deficientes de higiene personal son factores importantes en el contagio del perro al hombre. La hidátide (tenia) observa un patrón de crecimiento "tumoral" lento, con años de evolución. Cuando se localiza en el hígado y obstruye las vías biliares provoca alteración de las enzimas hepáticas y aumento de la bilirrubina.
Leptospirosis: los animales que se tratan o que desarrollan una respuesta inmune adecuada, suelen sobrevivir, pero si no se tratan suelen desarrollar enfermedad renal y hepática crónicas. La enfermedad dura desde unos pocos días hasta tres o más semanas, dependiendo de su gravedad. La mayor parte de los infectados presentan sólo una primera fase, presentando molestias leves o no presentando ningún tipo de molestias. La segunda fase puede ser grave y, si no es tratada debidamente puede provocar una recuperación lenta (meses), más raramente daños renales e incluso en casos extremos, la muerte.
Por otro lado, los canes que no son domesticados en un hogar, al intentar valerse por sí mismos pueden presentar conductas salvajes. La Secretaría de Salud del Distrito Federal afirma que en la Ciudad de México se han llegado a presentar en un año alrededor de 18,000 personas con heridas por ataques de perro por lo que se ha tenido que recurrir a la aplicación de más de 1,200 tratamientos antirrábicos.
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